
Cada vez son más las novias que deciden casarse de día, frente a la tradicional hora de tarde en la que solían celebrarse las bodas. También la moda en torno a las bodas ha ido cobrando más importancia, llegando a veces a imponerse a las normas más estrictas de protocolo que antes jugaban un papel crucial. Todo esto ha llevado a que cada vez más invitadas se decanten por el llamado vestido de cóctel.
Por eso, esta ocasión, desde Nôtre Atelier Alta Costura, nos detenemos en los vestidos de cóctel para mostrarte que se trata de una moda llena de posibilidades. No solo es ideal para acudir a diferentes enlaces matrimoniales, sino que se trata de un básico “reversible” para el armario de cualquier mujer. Con esto queremos decir que resulta perfecto tanto para cuando eres invitada de boda como para acudir a diferentes eventos de tarde. Solo tendrás que cambiar los complementos y ¡el vestido parecerá otro!
¿Cómo nace el vestido de cóctel?
Como tantas de las grandes aportaciones a la moda, la célebre y refinada diseñadora francesa de alta costura Coco Chanel (1883-1971) vuelve a ser la responsable de introducir el vestido de cóctel en los Felices Años 20. Para ello, Chanel apostó por vestidos más cortos a los de entonces, libres de corsés y perfectos para llevarlos a cualquier hora del día.
Coco Chanel puso los cimientos al vestido de cóctel y el diseñador francés Christian Dior (1905-1957) les otorgó el aspecto que presentan, en mayor o menor medida, en la actualidad. Esto sucedió durante la década de los 40, cuando, además, Dior bautizó su interpretación (cintura ajustada y falda por debajo de las rodillas) de la línea marcada por Chanel como vestido de cóctel.
Eso sí, no fue hasta la siguiente década que el uso del vestido de cóctel se popularizó. Esta democratización surgió en Estados Unidos y, de ahí, se exportó al resto del mundo. ¿Qué sucedía en este país para liderar la fascinación por el vestido de cóctel? La respuesta es que las costumbres estaban cambiando. Cada vez más mujeres trabajaban, por lo que la sagrada hora de tomar el té quedó relegada a las clases no trabajadoras y fue sustituida, en el resto, por las salidas afterwork a bares, pubs y discotecas.
En esos lugares, las mujeres comenzaron a llevar vestidos de cóctel, lo que provocó que, aún hoy, asociemos este tipo de prenda con planes de tarde, sobre todo, tarde-noche. Pero, como te decíamos al inicio de este artículo, el vestido de cóctel puede llevarse en cualquier evento, bodas incluidas.
4 razones para apostar por el vestido de cóctel para bodas
El vestido de cóctel se caracteriza porque el largo de la falda se sitúa a la altura de la rodilla, unos centímetros más arriba o abajo. Según el lugar exacto donde caiga, recibe un nombre u otro. Por encima, se conoce como “longitud de bailarina” y, por debajo, como “longitud de té” o, más actualmente, “largo midi.”
En la actualidad, los vestidos de cóctel se han convertido en aliados perfectos para las bodas de día, permitiendo incluso a la madrina llevar este tipo de vestido. Además, apostar por los vestidos de tipo cóctel trae consigo las siguientes ventajas:
- Son ideales para las bodas de primavera, verano y otoño. Por tanto, con un único vestido, acompañado de distintos complementos, tienes el año hecho como invitada de boda.
- Al resultar muchas veces más discretos que un vestido de fiesta largo, admiten infinidad de tocados, siendo las grandes pamelas sus sombreros fetiche.
- En muchos casos pueden estilizar la figura, al permitirnos jugar con sus distintos largos
- Suelen dar más juego que los vestidos largos, ya que resultan más fácilmente rescatables para otras ocasiones tras la boda.
Como ves, el vestido de cóctel viene pisando fuerte y puede resultar un gran aliado para distintos tipos de eventos. Por tanto, no lo dudes más, y cuenta con Nôtre Atelier para el diseño y confección de un vestido con el que podrás acudir a diferentes actos y siempre haciendo gala de un estilo exquisito.